domingo, 4 de diciembre de 2016

La lengua mata más que una pistola

La experiencia diaria justifica la idea de que una buena parte de las acciones pacíficas de las personas no nace de ningún noble sentimiento de probidad, sino 1) de la indiferencia que se tiene por los demás, 2) de la cobardía, o 3) del temor a las consecuencias judiciales.

En general las personas respetan la propiedad ajena o la castidad de las mujeres, porque o bien no les interesa hacerse de estos bienes, porque son cobardes o porque temen ir a la cárcel. Thomas Hobbes dijo una vez que la pasión que inclina al hombre a la paz es el temor a la muerte.

Crestomatía. http://orig06.deviantart.net/a60f/f/2006/362/0/0/fear_of_death_by_greenleafstudio.jpg

Tan cierto es que los hombres no alteran la paz pública porque son obligados por aquellas 3 razones, que allí donde se saben libres de todo castigo, dejan de reprimirse y exteriorizan los deseos que atentan explícitamente contra la paz social. Como ejemplo de esto está la intolerancia, la insidia, la traición, el racismo, la burla, la hipocresía, la injuria, etcétera, etcétera; todas cuyas expresiones no son ni han sido perseguidas nunca realmente por la ley.
El hombre [dijo Freud alguna vez] no es una criatura tierna y necesitada de amor, que sólo osaría defenderse si se le atacara, sino, por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones instintivas también debe incluirse una buena porción de agresividad.
Estas expresiones de la maldad humana (la insidia, el chisme, la traición, etc), bien pueden parecer irrelevantes e incluso menudas comparadas con las expresiones más agresivas de la maldad, como el asesinato, el robo y la mutilación. Sin embargo, en algunos casos estas manifestaciones están muy lejos de ser irrelevantes o sutiles para las personas que las sufren. Tanto, que algunas personas preferirían mil veces padecer  una mutilación o ser objeto de un robo con violencia con tal de no ser objeto de aquellas villanas expresiones. De aquí la verdad de la sentencia latina: mucho más cruelmente hiere la lengua que el hierro.

Crestomatía. https://i.ytimg.com/vi/6YnFRgLuy0o/hqdefault.jpg

Para finalizar, quiero citar una frase increíble de William Hazlit, que puede resumir de una manera brillante lo que he querido decir en este post:
Renunciamos a la demostración exterior, a la violencia bruta, pero no logramos eliminar la esencia o principio de la hostilidad. No aplastamos de un pisotón [a un] pobre bicho (cosa que nos parecería bárbara y reprobable), pero lo miramos con… horror y… repugnancia.
Crestomatía. http://sesionesmabelita.blogspot.mx/

Quizá hoy se permita a los negros y mexicanos el acceso a las cafeterías de los pueblos estadounidenses (hubo una época en que tal cosa no sucedía). Pero la repugnancia sigue estando ahí presente (en la lengua y ojos de las personas), tan presente que Donald Trump es hoy el candidato electo a la presidencia de nuestro ilustre vecino del norte.

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